Shirin Salehi, poesía más allá del papel

Para poder entender y disfrutar la obra Shirin Salehi, la artista expuesta en la Galería Ana Serratosa de Valencia, es necesario conocer la importancia que el papel juega sobre su obra. La poesía y el papel se presentan como principales hilos conductores de su producción artística, y suponen para Shirin una fuente de inspiración y vía para nuevos destinos creativos.

Al mismo tiempo, contextualizar sus obras en una ambiente cosmopolita e internacional ayuda a entender la profundidad y sentimentalismo que caracteriza a sus piezas, ya que emigrar y exponerse a nuevas culturas siempre ha sido fuente de inspiración y fruto de grandes obras de arte.

Shirin, una pequeña biografía

Shirin Salehi nace en 1982 en Teheran, capital de Irán, donde crece y cursa sus estudios.  Aunque finalmente estudia telecomunicaciones, la larga tradición iraní de explorar los sentimientos por medio de la poesía terminará atrapándola. 

Al acabar sus estudios emigra a España, donde su capital la acoge y trabajará como ingeniera. Sin embargo, decide adentrarse en el mundo del arte y pronto se desliga de esa disciplina técnica y que inicialmente la trae a España.

Dentro de su formación artística destaca el Máster en Investigación en Arte y Creación por la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense, su paso por la Fundación Pilar i Joan Miró , o por residencias artísticas como la Casa de Velázquez, Il Bisonte Fondazione de Florencia, o la Fundação Bienal de Cerveira en Portugal, entre otras.

Acercamiento al arte contemporáneo

Las obras de la exposición de Shirin Salehi en la Galería Ana Serratosa recorren diferentes etapas creativas de la artista, empezando en el momento donde empieza a mostrar un lenguaje propio y distintivo.

Es en ese instante cuando una curiosa relación se establece entre la artista y su material de trabajo: el papel. Para Shirin este no representa sólo un soporte sobre el que llevar a cabo la obra. Más que un medio es el fin último con el que expresar su corriente creativa.

Como muestra de ello podemos disfrutar de las piezas pertenecientes a la serie “Todo permaneció en silencio”. En ellas, pequeñas rasgaduras en el papel van creciendo y ganando importancia, mediante las que Shirin hace reflexionar sobre el sentimiento de ansiedad, de encierro y de cómo esas rasgaduras simbolizan una cárcel que al mismo tiempo permite el paso del aire y la luz.

Otra característica que se repetirá a lo largo de su obra es la paleta monocromática y sutil con la que evoca silencio y serenidad. Su producción puede entenderse como una necesidad de escribir una memoria; una necesidad de recordar la presencia del dolor como generador de su motivo poético.

También dentro de esta primera etapa de creación nos encontramos los grabados de la serie “Discurso sobre las Sombras” donde las líneas rectas dejan de ser suficientes para liberar su corriente creativa y empieza a experimentar con las formas.  De este modo, jugando con el aguafuerte consigue escapar de las formas sencillas que le imponía el cosido y las rasgaduras de sus piezas anteriores.

Al mismo tiempo un elemento a destacar dentro de su obra es el uso de papeles oscuros como el negro. La corriente artística es emplear soportes más claros donde la tinta se adhiere con mayor facilidad, por lo que el hecho de trabajar con piezas de este color las vuelve aún más singulares.

Segunda etapa artística: Italia

Siguiendo otra de sus máximas, donde “menos es más”, en su segunda etapa de producción, las planchas de impresión empiezan a cobrar un papel protagonista dentro de su obra.

Durante su viaje a Florencia Shirin continúa experimentando con el papel, al mismo tiempo que otro elemento productivo llama su atención. Las matrices de grabado sufren la misma descontextualización que el papel y pasan a convertirse en piezas del paisaje creativo.

Como fruto de ello en la exposición de Valencia se encontraba la serie “Desaparecer de sí”, una colección de grabados de pequeña tirada. En ella las matrices quedan grabadas en papel tras pasar por un proceso de erosión y corrosión, formando una pieza única e irrepetible.

Con este proceso de erosión de las matrices la artista pretende hacer reflexionar al espectador sobre el paso del tiempo y las heridas que éste va dejando sobre la materia. Al igual que ocurre con el papel, Shirin empieza a utilizar las matrices de grabado con las que trabaja no sólo como un medio, sino que las convierte en una pieza más de su exposición.

Poesía en Nueva York

Es durante su tercera etapa y su estancia en Nueva York donde la relación con la poesía se ve de una manera más directa en la obra de Shirin Salehi, siendo esta parte de la colección expuesta en Galería Ana Serratosa la más polivalente y plural. En ella ya no sólo encontramos grabados o piezas en papel, ya que una larga colección de materiales y elementos empiezan a formar parte de la obra de la artista.

Para comprender esta parte de la colección es necesario hablar del efecto que “Poeta en Nueva York” de Federico García Lorca genera sobre la artista de la galería valenciana. Durante su estancia en Nueva York la artista de la se topa con el poemario y pronto se siente profundamente identificada con las emociones y sentimientos que el poeta granadino recoge en este volumen.

Teniendo estos versos en mente, Shirin será capaz de jugar con los diferentes elementos y deleitar al espectador con libros de artista, grabados de tinta dorada sobre papel casi invisible, e incluso instalaciones sonoras donde se recitan los versos que la acompañan en el proceso de creación.

Dentro de un agua extraña, mi sombra

Es importante remarcar el papel de la comisaria de la exposición Ana Martinez de Aguilar, donde en la Galería Ana Serratosa ha dotado de sentido mediante un discurso la producción de esta joven artista.

En esta colección arropada bajo el título “Dentro de un agua extraña, mi sombra” se nos presenta no sólo de la historia de una artista, sino de temas tan universales como el paso del tiempo, el dolor, la soledad y la ausencia de libertad.

Una colección plural, con obras de diferente naturaleza, realizadas con sumo cuidado y que comunican al mismo tiempo que permiten que el espectador interprete, ya que la tranquilidad y el silencio caracterizan tanto a la artista como a su obra.