Cómo influye el color en el arte

Desde la Galería de arte Ana Serratosa no hemos planteado una cuestión: ¿Cómo de importante es el color en la actualidad? ¿qué aporta el color para que nos resulte imprescindible?
Que el color siempre ha estado presente en la Historia es un hecho. Y es por ello que desde que tenemos constancia del arte en la Historia, encontramos de diferente manera, las aplicaciones de colores.
Desde la prehistoria con las pinturas rupestres, hasta las nuevas tecnologías con los programas digitales, pasando por la publicidad, películas y todo aquello que nos rodea, el color juega un papel fundamental en nuestra vida, así que si estás interesado en conocer todo su peso, continúa leyendo.
La historia del color

El color para obras de arte, entre otras cosas, se extrae de pigmentos. Los pigmentos son colorantes que se extraen de elementos como son las plantas o los minerales, que se trituran para poder obtener un polvo que una mezclado con otras sustancias (como agua, aceite u otros) nos da como resultado una materia o pintura.
Los primeros pigmentos de los que tenemos constancia son aquellos que salen de la tierra, como los óxidos, que nos proveen de tonos cálidos, como rojos y ocres o amarillos. Son estos los que utilizaban nuestros antepasados para inmortalizar escenas de caza en las cuevas que han llegado hasta nuestros días.
A lo largo de la historia, acontecimientos importantes, como por ejemplo la apertura del comercio entre diferentes zonas del globo ha permitido que los pigmentos se comercialicen e incluso sirvan como moneda de pago por otros elementos.
A medida que avanzamos en la historia, vemos una evolución en el uso de los pigmentos. Las mezclas de tonalidades se han ido concretando hasta crear unos colores más específicos, y si se analizan las obras de manera lineal, conforme avanza la historia se comienzan a apreciar nuevos pigmentos como los verdes, los azules y los púrpura en las obras de arte. Estos, no solo servían para realizar murales y pinturas, sino que también servían para decorar estatuas y telas para trajes.
Dichos colores, debido a la dificultad para obtenerlos, siempre fueron cotizados, y se asociaban siempre a la realeza o a las clases sociales altas.
Es por tanto, con la aparición de la Teoría del Color en el s. XVIII, cuando se acuña el término de Temperatura del Color, que dividía a los colores por sus tonalidades. Además de esto, la tonalidad de un color nos da una información de manera inconsciente, como comentamos a continuación.
Los colores cálidos y su significado en el arte
Después de esta larga introducción histórica, nos queda claro que la paleta de colores cálidos fueron los primeros en descubrirse y utilizarse. La gama de colores cálidos recoge a los rojos, naranjas y amarillos, así como a sus derivados y mezclas.
El arte, así como lo haría la publicidad siglos más tarde, ha utilizado esto a su favor, ya que las tonalidades cálidas (así como las frías), nos ofrecen un significado según su color:
-El rojo se asocia a la pasión, la sangre, así como la ira y el peligro.
-El naranja es la divinidad, la exaltación.
-El amarillo nos expresa felicidad, riqueza, acción.
Los colores cálidos, en general, nos dan sensación de acción, alegría, cercanía, etc.
Los colores fríos y su significado en el arte

En el lado opuesto se encuentran los colores fríos, que por su parte nos expresan más serenidad, calma y distancia.
-El azul nos transmite inteligencia, frescura y tranquilidad. Lo celestial y divino.
-El verde genera esperanza, juventud y también todo aquello relacionado con la ecología.
-El morado, al ser una tonalidad complicada de encontrar naturalmente, siempre se ha asociado al lujo, la riqueza y la ostentación, así como al misterio y la elegancia.
En la época del Renacimiento, los artistas representaban a las figuras importantes (reyes, deidades o alegorías) con estos colores precisamente para que se distinguieran del resto de la composición y se supiese su posición social.
El lenguaje del color
Por supuesto, todos los estudios derivados de la teoría del color han servido para que actualmente tengamos unas bases, las cuales aplicamos no solo en el arte, sino también a todo aquello que nos rodea: la publicidad, el cine, la moda, el diseño o la arquitectura. Todos los colores se eligen para hablarnos con un lenguaje concreto y transmitirnos unas sensaciones. Que las escenas melancólicas de una película transcurran con un fondo azul no es casualidad, sino más bien se trata de que el director está tratando de transmitir una sensación de melancolía a nosotros como espectadores.
El color después de la pandemia de 2020

Tras haber pasado mucho tiempo en nuestras casas, casi sin haber podido salir al exterior, nos hemos dado cuenta que el color es imprescindible en nuestras vidas.
No es casualidad que todos los artistas musicales que han sacado disco en el 2020 lo hayan hecho con una temática de colores vibrantes, y con una gama multicolor, así como la fuerza con la que los colores intensos han invadidos las pasarelas de moda, o incluso los perfiles en las redes sociales.
Esto se debe a que actualmente asociamos el salir de la rutina (de un espectro gris y monótono), a los colores, que nos dan energía y ganas de hacer cosas.
Las galerías y museos son una fuente inagotable de colores, ya que a medida que descubrimos exposiciones y artistas, vemos nuevos tratamientos de los mismos, que nos despiertan nuevas sensaciones y nos hacen plantearnos sus usos, así como lo que nos evocan para transportarnos a nuevas experiencias. Es por eso, que desde la Galería de Arte Contemporáneo Ana Serratosa en Valencia hayamos decidido dedicar nuestra nueva exposición al poder del color como herramienta de comunicación y de catalizador de emociones.