Música y artes visuales II / Music and visual arts II
*(English below)
Música y artes visuales II
Analizamos algunas visiones sobre unos de los críticos de arte más importantes del Siglo XX, Theodore Adorno, y reflexionamos acerca de música y artes visuales, sobre cómo se relacionan entre sí y sobre su perdurabilidad en el tiempo. Esta vez, conectamos estos conceptos con la obra del artista Roberto Pugliese.
Como comentábamos en el otro artículo, a raíz de la exposición Intemperies musicales de Roberto Pugliese, música y artes visuales operan sobre dimensiones separadas, la primera sobre el tiempo y la segunda sobre el espacio. Por ello, planteamos la pregunta de si existe un impedimento intrínseco a estas formas de expresión artística que les impida trabajar a la par. Por ello, acude a nuestro rescate con su análisis teórico de las artes, Theodor Adorno con su análisis filosófico Sobre la música.
En esta recopilación de cuatro cortos escritos encontramos Sobre algunas relaciones entre música y artes visuales, que nos viene perfecto para nuestro caso. En este ensayo Adorno disecciona con precisión el funcionamiento interno de música y artes visuales, pero vayamos despacio.
La música - Zeitkurst,o arte temporal en alemán - se despliega en el tiempo y este mismo es el problema que se le plantea. Una composición musical debe, por un lado, crear relaciones temporales con sentido entre las partes que la componen, y, por otro lado, debe poner fin a esa misma temporalidad, de forma que no se extienda infinitamente en el tiempo y podamos hablar de una unidad, de una composición.
Es decir, la música debe tomar la fluidez del tiempo y objetivar, acotarla, en una temporalidad determinada, estática, fija, que nos permita hablar de una composición musical. La música debe convertir lo móvil en lo fijo.
Por otra parte, tanto la pintura como las artes visuales, - Raumkurst o arte espacial, de nuevo, en alemán-, nos dice T. Adorno que, “el cuadro más logrado debe aparecer como un flujo temporal de lo que está quieto en él, como una simultaneidad de las figuras y colores en la pintura que deviene en movimiento temporal (...)”
En esta contradicción interna que nos plantea en sus estudios T. Adorno, la música tiene un espacio concreto, y las artes visuales tienen un flujo temporal, es decir, las artes perdurarán en el tiempo de una manera física, dándole a la música un papel más “abstracto” o momentáneo.
Sobre estas línea de disertación reflexiona Adorno, pero nos gusta más pensar que a veces se da la posibilidad de sinergia, y que música y artes visuales forman un equipo excelente, como es el caso de “Intemperies Musicales”, la exposición de Roberto Pugliese.
En la obra que el artista plantea se retroalimenta constantemente esta relación, y se defiende la idea de que estos dos elementos/conceptos conviven en un mismo momento y han de tener una unión y una misma durabilidad. Arte y música se entrelazan generando una nueva propuesta, un nuevo camino.
Roberto Pugliese, el autor de “Intemperies musicales” presenta diversas obras donde la contradicción propia de la música ya no permanece en el interior de su producir, sino que emerge al exterior para formar parte de la propia obra de arte.
Sus obras son una buena muestra del análisis anterior, tenemos por ejemplo Acoustic Tides, donde la música envuelve todo el espacio en el que el espectador se encuentra, hasta el punto que éste está sumergido dentro de la propia obra.
Con Partiture possibili, Pugliese pone de manifiesto la dimensión pictórica que en la música, en su escritura, encontramos inmanente a ella. Como último ejemplo, vemos en Strumenti aumentati (*link) la manifestación de cómo la música escapa a los espacios que tradicionalmente se la había acotado para buscar nuevas relaciones entre el sonido y lo visual. Así pues, vemos en general, y con Pugliese en concreto, como la música y las artes visuales no sólo convergen en la esencia de su producción, sino que la tendencia contemporánea es la de explorar y desarrollar el diálogo entre distintas disciplinas.
La obligación de Adorno era cuestionar la relación en sí hasta puntos inimaginables y desestructurar el concepto y luego volver a comenzar, pero la realidad es que no nos queda duda que la relación entre música y artes visuales es buena, y que existen mil maneras de crear cuando música y arte colaboran.
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Music and visual arts II
We analyze some visions about some of the most important art critics of the 20th century, Theodore Adorno, and reflect on music and visual arts, how they relate to each other and their durability over time. This time, we connect these concepts with the work of the artist Roberto Pugliese.
As we mentioned in the other article, following the exhibition Musical Intemperies by Roberto Pugliese, music and visual arts operate on separate dimensions, the first on time and the second on space. Therefore, we ask whether there is an intrinsic impediment to these forms of artistic expression that prevents them from working together. Therefore, he comes to our rescue with his theoretical analysis of the arts, Theodor Adorno with his philosophical analysis on music.
In this compilation of four short writings we find Sobre algunas relaciones entre música y artes visuales, which is perfect for our case. In this essay Adorno accurately dissects the inner workings of music and visual arts, but let’s go slowly.
Music - Zeitkurst, or temporary art in German - unfolds in time and this is the problem that arises. A musical composition must, on the one hand, create temporal relations with meaning between the parts that compose it, and, on the other hand, must put an end to that same temporality, so that it does not extend infinitely in time and we can speak of a unity, of a composition.
That is, the music must take the fluidity of time and objectify it, limiting it, in a certain temporality, static, fixed, that allows us to talk about a musical composition. Music must turn the mobile into the fixed.
Moreover, both painting and visual arts, - Raumkurst or space art, again, in German-, tells us T. Ornament that, "the most accomplished picture must appear as a temporal flow of what is still in it, as a simultaneity of the figures and colors in the painting that becomes in temporal motion (...)"
In this internal contradiction that poses us in his studies T. Adorno, music has a concrete space, and the visual arts have a temporal flow, that is, arts will endure in time in a physical way, giving music a more "abstract" or momentary role.
On these lines of dissertation Adorno reflects, but we like to think that sometimes there is the possibility of synergy, and that music and visual arts form an excellent team, as is the case of "Intemperies Musicales", the exhibition of Roberto Pugliese.
In the work that the artist proposes, this relationship is constantly fed back, and the idea is defended that these two elements/concepts coexist at the same time and must have a union and the same durability. Art and music intertwine generating a new proposal, a new path.
Roberto Pugliese, the author of "Intemperies musicales" presents diverse works where the contradiction of the music no longer remains inside its production, but emerges to the outside to be part of the work of art itself.
His works are a good sample of the previous analysis, we have for example Acoustic Tides, where the music wraps all the space in which the spectator is, to the point that this is submerged within the work itself.
With Partiture possibili, Pugliese reveals the pictorial dimension that in music, in its writing, we find immanent to it. As a final example, we see in Strumenti aumentati (*link) the manifestation of how music escapes to the spaces that had traditionally been limited to it to seek new relationships between sound and visual. Thus, we see in general, and with Pugliese in particular, how music and visual arts not only converge in the essence of their production, but that the contemporary trend is to explore and develop dialogue between different disciplines.
Adorno’s obligation was to question the relationship itself to unimaginable points and dismantle the concept and then start again, but the reality is that we have no doubt that the relationship between music and visual arts is good, and that there are a thousand ways to create when music and art collaborate.