Shirin Salehi
El tiempo sin derrota

Todo escritor conoce el momento en el que la primera palabra debería brotar de la pluma, pero aún no llega. Por un instante, el tiempo se detiene y el mundo se encuentra en la balanza de lo indeciso. O mejor dicho: lo indeciso salta del tiempo y se hunde en el magma originario del que, todavía no articulado, todo tiene que brotar: la palabra y el sonido, el pensamiento y la sustancia, la acción y el sentido, la fuerza y la materia. No es tanto que se mantengan en equilibrio, como que todavía no se distinguen entre sí.